Ruta circular que, inicialmente, recorre toda la zona litoral de la villa pudiendo disfrutar con paisajes de extraordinaria belleza y, posteriormente, regresa por la zona interior pudiendo descubrir las poblaciones de Trasvía y Rubárcena.
Punto de partida y llegada: Comillas, partiendo desde el Ayuntamiento nuevo, situado en el centro de la localidad, hay que salir en dirección al mirador de Santa Lucía, pasando por la plaza de la iglesia.
Distancia y horario aproximado: 9 km.; sin contar las paradas se puede tardar alrededor de dos horas y media.
Dificultad: baja, aunque con tiempo lluvioso puede encontrarse algo de barro en algunas partes del recorrido.
Ciclabilidad: La ruta puede hacerse en bici de montaña, aunque, debido a la presencia de escaleras, habría que ir caminando algún tramo entre el mirador de Santa Lucía y la punta de la Moira; además, de en una pequeña cuesta próxima a la punta Cambarro.
RECORRIDO
Ayuntamiento (20 m.): hay que salir en dirección a la playa, siguiendo la acera del Paseo Antonio Garelli. Sin abandonar el núcleo urbano, se llega a orillas del arenal comillano, bullicioso en los meses estivales.
Ayuntamiento: hay que salir en dirección al mirador de Santa Lucía, atravesando la plaza de la iglesia y callejeando hasta pasar junto a la “Puerta de los Pájaros” diseñada por Gaudí, justo antes de alcanzar la ermita que da nombre al mirador.
Mirador de Santa Lucía (km. 0,5): desde este enclave tenemos unas hermosas vistas de la playa y el puerto. Continuamos camino descendiendo por una rampa y unas pequeñas escaleras que nos llevan hasta la playa; desde aquí, seguimos junto a la orilla del mar y atravesando el aparcamiento nos dirigimos hacia el puerto. En nuestro camino, encontramos elementos propios de la zona portuaria, como “el secadero” (zona donde se secaban las redes), o “las bodegas” (almacenes donde, a día de hoy, siguen guardando los aperos de pesca los marineros).
Puerto (km. 1,5): dentro de esta pequeña ensenada artificial podemos observar alguna de las pocas embarcaciones que se dedican actualmente a la pesca profesional. Tras pasar junto a la lonja de pescado, ascendemos por unas escaleras para llegar a la parte alta del espigón, inmediatamente giramos a la izquierda y nos encaminamos por una explanada empedrada primero y un camino de tierra con varios escalones después, para llegar al cabo más saliente del municipio.
Punta de la Moira (km. 2,1): desde este punto tenemos unas vistas espectaculares de toda la costa; incluso, en días despejados, se pueden ver los Picos de Europa. Además, si miramos mar adentro, quizás podamos descubrir alguno de los cetáceos que surcan las aguas del Cantábrico. Para continuar nuestro recorrido tenemos que volver unos metros sobre nuestros pasos, para continuar de frente por el camino de tierra que nos conduce hasta la parte de atrás del cementerio viejo, desde donde sale una angosta carretera en dirección a Trasvía. Tomamos dicha carretera para ir recorriendo la costa entre pequeñas praderías y pinares de repoblación, donde podemos sorprender pequeñas aves alimentándose de las semillas y los insectos que abundan en estos ambientes.
El Cabrero (km. 3,5): tras llevar un kilómetro de carretera y justo antes de acometer una fuerte subida, llegamos a esta pequeña ensenada rocosa donde abundan unas estructuras colocadas al borde de todo el acantilado. Estos postes, coronados por una polea y unido a un sistema de cables y una cesta, se utilizan en los meses de otoño e invierno para subir la caloca (algas rojas) a tierra; para posteriormente ser transformadas por la industria alimentaria y farmacéutica. Siguiendo el recorrido, ascendemos por la carretera. A unos 200 metros, cuando la subida empieza a suavizar, debemos tomar la pista pedregosa que baja hacia la derecha y continuamos por ella recorriendo el borde de la costa; al llegar a otra zona de postes el camino se estrecha y asciende hasta un pequeño mirador junto a otro “poste” utilizado para sacar algas. Desde aquí vuelve a ensancharse el camino y lo seguimos hasta que se termina en otra pista (a escasos metros de las primeras casas del pueblo de Trasvía); en este punto giramos a la derecha para, continuando siempre por esta pista hasta que se acaba, llegar a la desembocadura de la ría de la Rabia.
El Remanse (km. 5,5): este es el nombre con el que se conoce la pequeña playa de piedras que se encuentra en la desembocadura de la ría y a la que se puede acceder bajando por las escaleras de hormigón. Si se prefiere continuar por la senda hasta el extremo oeste, se llega a otra bajada a la costa donde se observan los restos de unas antiguas piscinas que, tiempo atrás, eran utilizadas como vivero de langostas. Desde este punto, para continuar con el recorrido, tenemos que retroceder sobre nuestros pasos unos 700 metros hasta volvernos a encontrar con las primeras casas de Trasvía; aquí, continuamos de frente hasta llegar a la carretera principal que atraviesa el pueblo, donde hay que girar a la derecha para dirigirse hacia la iglesia.
Iglesia de San Andrés (km. 6,8): construida en el siglo XVIII, destaca su interesante torre de campanas. En la explanada que hay frente a ella encontramos una fuente donde poder refrescarnos. Desde aquí continuamos de frente por la misma carretera otros 100 metros, hasta encontrar un punto de recogida selectiva de basura, en ese punto sale a la izquierda una pequeña carretera que siguiéndola siempre de frente nos conduce hasta la localidad de Rubárcena. En este recorrido pasamos junto a praderías, pequeños cultivos y el “Arboretum de Joyucu”, donde podemos descansar y contemplar las principales especies arbóreas de la región. Finalmente, esta carretera desemboca en la carretera principal “CA-131”; tras cruzarla, nos encontramos el carril-bici que discurre paralelo a dicha carretera y que tomamos hacia la izquierda para, siguiendo siempre de frente, regresar a la villa comillana pasando junto al Palacio de Sobrellano y alcanzando el cruce de semáforos que, girando a la derecha, nos deja en el punto de partida.