Actividades: Paseos en barco, snorkel, bautismos, cursos de buceo, salidas de buceo
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Actividades: Escuela de Surf y actividades turismo activo
Actividades: Alquiler de bicicletas eléctricas de paseo y de montaña en Comillas
Actividades: Pony club, clases de equitación, rutas excursiones, cumpleaños
** VERANO 2024 CERRADO **
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Paseo alrededor del núcleo urbano de Comillas, ascendiendo a las colinas que dieron origen al nombre del pueblo.
Punto de partida y llegada: Comillas, partiendo desde el Ayuntamiento nuevo, situado en el centro de la localidad, hay que salir en dirección a Cabezón de la Sal siguiendo el Paseo Gaudí.
Distancia y horario aproximado: 4 km.; sin contar las paradas, se puede tardar alrededor de una hora y media.
Dificultad: ninguna.
Ciclabilidad: La ruta puede hacerse en bici de montaña o de paseo, siempre que cuente con cambios para poder superar las cuestas más empinadas.
Ayuntamiento: hay que salir en dirección a Cabezón de la Sal por el Paseo Gaudí; enseguida llegamos a la pequeña plaza de Fuente Real, de donde salen dos pequeñas callejas; cualquiera de ellas nos sirve para avanzar y llegar al barrio de Sobrellano.
Barrio de Sobrellano (km. 0,3): antiguo barrio de pescadores, formado por las típicas casas en hilera, que se localizaba en esa zona más alta para poder divisar el mar y saber si podrían salir a pescar. Continuando hacia arriba por la carretera, sin desviarnos en ninguna entrada, llegamos al punto más alto de la primera colina (la colina de Sobrellano), donde se encuentran los depósitos de agua de Comillas; nada más pasarlos, tomamos una pista que baja a la derecha atravesando una pequeña zona arbolada.
Jardín del Palacio de Sobrellano (km. 1,2): la zona arbolada que se va recorriendo, hace unos años formaba parte del jardín del Palacio, como denotan algunos árboles exóticos que se encuentran en su interior; además de algunas estructuras singulares, como una puerta de sillería o una pequeña cueva artificial realizada con rocalla; sin embargo, tras desaparecer las labores de mantenimiento, la vegetación natural de la zona está volviendo a recolonizarlo. Continuando el descenso por la carretera, flanqueada en la parte final por monumentales encinas, se llega a la carretera general que sale de Comillas hacia Oyambre. En ese punto, la cruzamos por el paso de peatones que existe en dicho lugar y tomamos la acera en dirección hacia la Universidad Pontificia por la calle Manuel Noriega.
Universidad Pontificia (km. 2,4): una portalada nos da la bienvenida al recinto del Seminario, que encontramos en lo alto de la colina de La Cardosa (segunda colina del recorrido). Atravesada dicha puerta, ascendemos por la serpenteante carretera hasta llegar a un pequeño mirador, junto al seminario Mayor, desde donde tenemos unas espléndidas vistas de la villa. Actualmente, dicho edificio se puede recorrer parcialmente con una visita guiada; además de funcionar como centro de enseñanza, investigación y difusión de la lengua española y la cultura hispánica. Para seguir con el paseo, volvemos sobre nuestros pasos descendiendo de nuevo hacia la portalada del recinto, aquí giramos a la izquierda para continuar por la calle Manuel Noriega en dirección al cementerio.
Cementerio (km. 3,2): situado en un lugar privilegiado, el recinto está rodeado por un muro con elementos decorativos obra del arquitecto Lluis Doménech i Montaner. En su interior destaca un ángel obra de Josep Llimona situado sobre las ruinas góticas de la antigua iglesia de la villa. Tras pasar junto al cementerio llegamos a una rotonda donde seguimos en dirección a Santillana del Mar y, a 75 metros, cogemos la calle que asciende a la derecha (C/Juan Martínez Noriega) hacia la estatua del Marqués.
Estatua del Marqués de Comillas (km. 3,6): homenaje del pueblo de Comillas a la figura de Antonio López. Situada en lo alto de la loma que conduce hacia la tercera colina (colina de La Coteruca), tiene unas vistas privilegiadas de la playa y el puerto. Dado que dicha colina está rodeada por un recinto privado, el ascenso termina en esta zona de la estatua. Desde aquí, tenemos varias opciones para regresar callejeando hacia el punto de partida. Una de esas opciones es continuar hasta el final de la calle Juán Martínez Noriega y yendo a la izquierda llegar al Corro de San Pedro; desde aquí tirar a la derecha para ir paseando por variopintas plazas; progresivamente vamos encontrando la de Luís López, la de la Constitución, la de la Ría de la Rabía y, finalmente, la del Corro Campíos, donde giramos a la derecha por la Calle Cervantes para retornar hasta el Ayuntamiento.
Ruta circular que, inicialmente, recorre toda la zona litoral de la villa pudiendo disfrutar con paisajes de extraordinaria belleza y, posteriormente, regresa por la zona interior pudiendo descubrir las poblaciones de Trasvía y Rubárcena.
Punto de partida y llegada: Comillas, partiendo desde el Ayuntamiento nuevo, situado en el centro de la localidad, hay que salir en dirección al mirador de Santa Lucía, pasando por la plaza de la iglesia.
Distancia y horario aproximado: 9 km.; sin contar las paradas se puede tardar alrededor de dos horas y media.
Dificultad: baja, aunque con tiempo lluvioso puede encontrarse algo de barro en algunas partes del recorrido.
Ciclabilidad: La ruta puede hacerse en bici de montaña, aunque, debido a la presencia de escaleras, habría que ir caminando algún tramo entre el mirador de Santa Lucía y la punta de la Moira; además, de en una pequeña cuesta próxima a la punta Cambarro.
Ayuntamiento (20 m.): hay que salir en dirección a la playa, siguiendo la acera del Paseo Antonio Garelli. Sin abandonar el núcleo urbano, se llega a orillas del arenal comillano, bullicioso en los meses estivales.
Ayuntamiento: hay que salir en dirección al mirador de Santa Lucía, atravesando la plaza de la iglesia y callejeando hasta pasar junto a la “Puerta de los Pájaros” diseñada por Gaudí, justo antes de alcanzar la ermita que da nombre al mirador.
Mirador de Santa Lucía (km. 0,5): desde este enclave tenemos unas hermosas vistas de la playa y el puerto. Continuamos camino descendiendo por una rampa y unas pequeñas escaleras que nos llevan hasta la playa; desde aquí, seguimos junto a la orilla del mar y atravesando el aparcamiento nos dirigimos hacia el puerto. En nuestro camino, encontramos elementos propios de la zona portuaria, como “el secadero” (zona donde se secaban las redes), o “las bodegas” (almacenes donde, a día de hoy, siguen guardando los aperos de pesca los marineros).
Puerto (km. 1,5): dentro de esta pequeña ensenada artificial podemos observar alguna de las pocas embarcaciones que se dedican actualmente a la pesca profesional. Tras pasar junto a la lonja de pescado, ascendemos por unas escaleras para llegar a la parte alta del espigón, inmediatamente giramos a la izquierda y nos encaminamos por una explanada empedrada primero y un camino de tierra con varios escalones después, para llegar al cabo más saliente del municipio.
Punta de la Moira (km. 2,1): desde este punto tenemos unas vistas espectaculares de toda la costa; incluso, en días despejados, se pueden ver los Picos de Europa. Además, si miramos mar adentro, quizás podamos descubrir alguno de los cetáceos que surcan las aguas del Cantábrico. Para continuar nuestro recorrido tenemos que volver unos metros sobre nuestros pasos, para continuar de frente por el camino de tierra que nos conduce hasta la parte de atrás del cementerio viejo, desde donde sale una angosta carretera en dirección a Trasvía. Tomamos dicha carretera para ir recorriendo la costa entre pequeñas praderías y pinares de repoblación, donde podemos sorprender pequeñas aves alimentándose de las semillas y los insectos que abundan en estos ambientes.
El Cabrero (km. 3,5): tras llevar un kilómetro de carretera y justo antes de acometer una fuerte subida, llegamos a esta pequeña ensenada rocosa donde abundan unas estructuras colocadas al borde de todo el acantilado. Estos postes, coronados por una polea y unido a un sistema de cables y una cesta, se utilizan en los meses de otoño e invierno para subir la caloca (algas rojas) a tierra; para posteriormente ser transformadas por la industria alimentaria y farmacéutica. Siguiendo el recorrido, ascendemos por la carretera. A unos 200 metros, cuando la subida empieza a suavizar, debemos tomar la pista pedregosa que baja hacia la derecha y continuamos por ella recorriendo el borde de la costa; al llegar a otra zona de postes el camino se estrecha y asciende hasta un pequeño mirador junto a otro “poste” utilizado para sacar algas. Desde aquí vuelve a ensancharse el camino y lo seguimos hasta que se termina en otra pista (a escasos metros de las primeras casas del pueblo de Trasvía); en este punto giramos a la derecha para, continuando siempre por esta pista hasta que se acaba, llegar a la desembocadura de la ría de la Rabia.
El Remanse (km. 5,5): este es el nombre con el que se conoce la pequeña playa de piedras que se encuentra en la desembocadura de la ría y a la que se puede acceder bajando por las escaleras de hormigón. Si se prefiere continuar por la senda hasta el extremo oeste, se llega a otra bajada a la costa donde se observan los restos de unas antiguas piscinas que, tiempo atrás, eran utilizadas como vivero de langostas. Desde este punto, para continuar con el recorrido, tenemos que retroceder sobre nuestros pasos unos 700 metros hasta volvernos a encontrar con las primeras casas de Trasvía; aquí, continuamos de frente hasta llegar a la carretera principal que atraviesa el pueblo, donde hay que girar a la derecha para dirigirse hacia la iglesia.
Iglesia de San Andrés (km. 6,8): construida en el siglo XVIII, destaca su interesante torre de campanas. En la explanada que hay frente a ella encontramos una fuente donde poder refrescarnos. Desde aquí continuamos de frente por la misma carretera otros 100 metros, hasta encontrar un punto de recogida selectiva de basura, en ese punto sale a la izquierda una pequeña carretera que siguiéndola siempre de frente nos conduce hasta la localidad de Rubárcena. En este recorrido pasamos junto a praderías, pequeños cultivos y el “Arboretum de Joyucu”, donde podemos descansar y contemplar las principales especies arbóreas de la región. Finalmente, esta carretera desemboca en la carretera principal “CA-131”; tras cruzarla, nos encontramos el carril-bici que discurre paralelo a dicha carretera y que tomamos hacia la izquierda para, siguiendo siempre de frente, regresar a la villa comillana pasando junto al Palacio de Sobrellano y alcanzando el cruce de semáforos que, girando a la derecha, nos deja en el punto de partida.
Mediante este circuito se pueden recorrer los parajes más destacados del municipio comillano, parte de ellos integrados en el Parque Natural de Oyambre, visitando además la mayor parte de sus núcleos de población.
Punto de partida y llegada: Comillas (20 m.), partiendo desde la Plaza de Joaquín del Piélago, junto al Ayuntamiento.
Distancia y horario aproximado: 32,34 kilómetros; poco más de 3 horas.
Desnivel: 800 metros acumulados de subidas y bajadas.
Dificultad: baja, con buen firme y pendientes suaves, en general. Puede haber barro en algún tramo de pistas o camberas, y las pendientes son algo más fuertes en el tramo que va del Río del Mato a La Molina (km. 18.60 a 8.80), en la pista que sube de la Ría de la Rabia a Araos (km 26,80 a 27,10) y en el camino que baja de El Pisgu hacia El Riguero (km. 30,70 a 31,10). Por lo demás, los tramos de asfalto discurren a través de los núcleos urbanos o por carreteras de escaso tráfico.
Cartografía: I.G.N., M.T.N, escala 1:25.000, hojas 33-lV (Comillas) y 57-II (Cabezón de la Sal).
Ciclabilidad: como ya se ha dicho, el recorrido se puede hacer en bicicleta de montaña en su totalidad. Dentro del mismo hay 11,10 kilómetros de asfalto, un 34,3% del total, divididos en 8 tramos diferentes. La pista totaliza 18,48 kilómetros, un 57,2% del total, en 5 tramos distintos. Por último, se recorren 2,76 kilómetros de caminos anchos, que representan un 8,5% del total, divididos en 3 tramos.
Ayuntamiento de Comillas (km. 0) (20 m.): desde el centro de la Villa comillana, hay que seguir la carretera que va en dirección a la playa, aunque antes de llegar a la misma, hay que desviarse a la izquierda subiendo una corta y empinada cuesta que IIeva a la entrada de una curiosa edificación.
Cementario de Comillas (km. 0,62)(25 m.): los altos muros que cierran el camposanto, dominados por la inconfundible figura del Ángel Vengador de Llimona, son en realidad las ruinas de la primitiva iglesia gótica de Comillas. Rodeando el recinto por la derecha, se sale a una rotonda, que hay que rodear hacia la izquierda, sin entrar al puerto, salir de la rnisma, y tomar el desvío a la derecha que se dirige a Trasvía por la costa. Después de un tramo de suave subida, se deja el asfalto por la izquierda, rodeando por el norte los muros de la Universidad Pontificia. Tras pasar bajo un paso elevado se llega a un collado en el que se ubican las instalaciones abandonadas de un almacén de algas, donde se gira a la derecha ignorando dos desvíos a la izquierda y prosiguiendo por una pista que pronto va a conectar con el asfalto, ya muy cerca de una localidad desde la que se divisa la costa de Oyambre.
Trasvía (Km. 2,84) (60 m.) (15′): en un cruce, ya dentro del pueblo, se va a la izquierda, y tras pasar junto a un hotel se llega otra bifurcación en la que se sigue por la izquierda, bajando por encima del campo de fútbol, y cruzando la carretera que va de Comillas a Oyambre para llegar a una nueva localidad, donde proliferan las urbanizaciones de reciente construcción.
Rubárcena (Km. 4,08) (35 m.): cruzando también el carril-bici, se sube por una calle junto a la parada del autobús. Pronto termina el asfalto, y la pista llega a una loma con vistas hacia el oeste, desde la que se baja a conectar con la carretera de Rioturbio, que se sigue por la izquierda, pasando junto a un humilladero y bajando hasta un puente que sirve de entrada a la marisma.
Ría de la Rabia (km. 5,91) (3 m.): la carretera atraviesa el humedal, en trazado prácticamente llano, y así alcanza un pequeño y disperso núcleo de población, donde hay buenas muestras de arquitectura tradicionalo.
Rioturbio (Km. 7,21) (10 m.) (35′): se atraviesa el pueblo por la parte baja, y donde termina el asfalto se continúa por una pista que asciende suavemente por la margen derecha del Río turbio, adentrándose progresivamente en la masa forestal del Monte Corona. Tras dejar una subida a la izquierda, se cruza el modesto curso fluvial.
Puente Bichurichas (Km. 9,71) (40 m.): situado ya en el interior del magnífico robledal de Corona, la pista aumenta su pendiente a partir de aquí, y gana altura entre los citados robles, hayasr castaños, acebos, avellanos, abedules, etc. Tras un rato de subida, y tras pasar junto a una pequeña área recreativa, se llega a una bifurcación.
Desvío a Ermita San Antonio (Km. 11,76) (200 m.): momentáneamente vamos a seguir el ramal de la derecha, que desciende de forma suave, dejando un primer desvío que se dirige a Caviedes, y alcanzando enseguida un bello paraje en que sobresale un pequeño edificio de arenisca.
Ermita de San Antonio (Km. 12,32) (185 m) (1h. 20′): situada en una loma con vistas hacia el oeste, su entorno se ha acondicionado como área recreativa. Retornando por el mismo camino hasta la pista que viene de Rioturbio, seguimos subiendo a la derecha, mientras la pendiente tiende a suavizarse. Así se llega a un cruce de pistas, en el que vamos a la izquierda, pasando después por un colladín y llegando al poco hasta un paraje donde se mezclan mesas y esculturas.
Mirador de los Pintores Montañeses (Km. 14,39) (245 m.): dedicado a la memoria de los pintores de Cantabria, este bello paraje es el mejor mirador del sorprendente robledal de Corona, tan próximo a la costa. La pista sigue subiendo y sale a terreno abierto junto a un alto en el que destacan una cabaña y una singular construcción de grandes dimensiones.
Desvío a Ruiseñada (Km. 15,65) (250 m.): ahora descendernos hasta adentrarnos en una mancha de bosque donde dominan los robles y castaños, aunque de dimensiones menores que la ya atravesada en la cuenca del Río Turbio. Más adelante se atraviesan parajes destinados a la plantación de especies de crecimiento rápido, sobre todo eucaliptos y pinos. Entrando de nuevo en el bosque, se llega hasta el fondo del valle, cruzando un puente.
Río del Mato (Km. 18,30) (63 m.): el valle que recorremos tiene origen cárstico y las aguas que discurren por el mismo se sumen en un encovadero para continuar su recorrido subterráneo. Pero más adelante, se cruza un nuevo puente, y comienza una corta pero pendiente subida, que luego se suaviza y conectan con un ramal asfaltado que hay que seguir a la izquierda, llegando a la entrada de una nueva localidad.
La Molina (Km. 19,28) (110 m.): sin necesidad de entrar en el pueblo, junto a un pequeño humilladero, se sigue a la derecha, descendiendo a cruzar una vaguada y subiendo a otro cercano núcleo, situado en una loma.
La Citrera (km. 19t96) (90 m.) (2h.): al pasar las primeras casas del pueblo, justo antes del edificio de las viejas escuelas, salen dos desvíos a la derecha, y hemos de seguir por el primero de ellos, en principio con firme de hormigón. La pendiente se suaviza entre praos, y se llega a un cruce de caminos, en el que seguimos por la Izquierda junto al eucaliptal. Ignorando algunos desvíos secundarios, se llega a un cruce más importante, en el que continuamos la subida a la izquierda. Tras un tramo casi llano, se llega a otro cruce, subiendo a la derecha por un ramal asfaltado que enseguida lleva a un cotero rodeado de bosque y ocupado por una ermita.
Ermita de San Esteban (Km. 22,59) (251 m.) (2 h. 20′): este emblemático lugar del Monte Corona goza de buenas vistas de la costa occidental de Cantabria, y en sus inmediaciones hay varias áreas recreativas. Bajando de nuevo hasta el anterior cruce, retornamos a la izquierda por la pista de La Citrera, pero en la siguiente bifurcación vamos ahora a la izquierda, descendiendo entre extensas plantaciones de eucalipto. Se ignoran varios desvíos secundarios, y en un cruce más importante, se sigue por la derecha, ya bajando sin confusión posible hasta terreno más llano, cercano a la zona de marisma.
Ría de la Rabia (Km. 26,87) (10 m.) (2h. 35′): sin llegar a la misma orilla del humedal, se toma una pista a la derecha que asciende al principio con fuerte pendiente que luego se va suavizando entre praos. Así se entra en un pequeño núcleo de población situado en una loma.
Araos (Km. 27,71) (85 m.): ya por asfalto se sigue por la misma loma entre las casas, y pronto se alcanza otro barrio perteneciente a Ruiseñada.
La Ventuca (Km. 28,33) (85 m.): dejando desvíos secundarios, se baja más claramente entre un núcleo de casas más concentrado, siguiendo siempre la vía principal hasta desembocar en otra carretera que discurre cercana al fondo del valle.
Ruiseñada (Km. 29,17) (40 m.) (2h. 50′): en este cruce dejamos a la derecha la imponente Iglesia de San Adrián, y vamos hacia la izquierda bajando entre casas y dejando varios desvíos que las dan acceso. En uno que entra a la derecha dejarnos la carretera principal.
Desvío a El Pisgu (Km. 29,57) (25 m.): enseguida cruza el Río Ensenada, en un tramo muy bonito con cerrados meandros jalonados de alisos, y comienza una subida por estrecha carretera entre árboles. Más adelante se pasa junto a la Fuente del Pisgu, y enseguida se llega junto a una casa y una curiosa ermita.
El Pisgu (Km. 30,46) (60 m.): junto a la ermita, advocada al Sagrado Corazón, se deja el asfalto prosiguiendo por un camino ancho que discurre entre setos y pronto ignora un ramal asfaltado a la izquierda. Después hay un tramo de bajada muy bonito entre robles y encinas en que se puede formar algo de barro, tras el cual viene una breve y pendiente subida que conecta con la carretera de Ruiseñada, que se sigue a la derecha, y tras una curva sale a la general en un barrio ya próximo a Comillas.
El Riguero (Km. 31,53) (35 m.): sólo resta bajar por la carretera, ya por zonas urbanizadas, para retornar al inicio de la ruta en el centro de la Villa.
Ayuntamiento de Comillas (Km. 32,34) (20 m.) (3h. 10′).
Posiblemente, este sea el recorrido más completo del Monte Corona, permitiendo conocer y divisar sus magníficas manchas autóctonas y visitando las ermitas de San Antonio y San Esteban.
Punto de partida y llegada: Rioturbio (10 m.), singular pueblo situado en el interior del Parque Natural de Oyambre, a caballo entre la Ría de la Rabia y el Monte Corona.
Distancia y horario aproximado: 15,4 kilómetros.
Desnivel: unos 300 metros de subida y bajada.
Dificultad: ninguna, salvo el desnivel a superar, que por otro lado se hace a través de caminos con pendientes suaves.
Cartografía: I.G.N , M.T.N., escala 1: 25.000, hojas 33-IV (Comillas) y 57-II (Cabezón de la Sal).
Ciclabilidad: la ruta es idónea para hacer en bicicleta de montaña prestando atención a los coches en el tramo de la carretera de Rioturbio.
Rioturbio (10 m.): atravesando el núcleo por su parte baja, se deja el asfalto para seguir una pista que asciende muy suavemente por la margen derecha del Río Turbio, entre pastizales, manchas de bosque y alguna repoblación. Tras un buen rato, en una bifurcación seguimos por la derecha y enseguida se cruza el río por un puente.
Puente Bichurichas (40 m.) (km. 2,4): ubicado en la parte baja del magnífico robledal de Corona, a partir de aquí la subida se hace más directa entre el bosque. La pendiente es muy regular, y permite apreciar la riqueza y variedad de este sorpréndente bosque, tan próximo a la costa y situado a tan baja altitud, compuesto sobre todo de robles, pero también de hayas, castaños, avellanos, acebos, abedules.. Tras un buen rato de subida, y justo después de pasar junto a un claro con varias mesas, se llega a una bifurcación.
Desvío (200 m.) (km. 4,4): nos vamos a desviar a la derecha, en suave descenso, dejando pronto un desvío asfaltado a la izquierda que se dirige al cercano pueblo de Caviedes, y llegando un poco más adelante hasta una bella ermita construida con sillares de arenisca, en cuyas inmediaciones se ha creado un área recreativa.
Ermita de San Antonio (185 m.) (km. 5) (1h. 30′): ubicada entre árboles, en una loma con vistas hacia el oeste, el paraje merece una parada de descanso. Retornando por el mismo camino hasta el desvío del km. 4,4, seguimos a la derecha, subiendo por la pista, que tiende a girar hacia el este, discurriendo por las cabeceras del Monte Corona. En un cruce de varias pistas hay que seguir a la izquierda, continuando entre pinares, repoblaciones de hayas y algún tramo despejado. Tras una breve bajada hasta un colladín (237 m.), una corta subida nos lleva a otra área recreativa salpicada de varias esculturas de piedra.
Mirador de Ios Pintores Montañeses (245 m.) (km. 7,1) (2h. 10′): este paraje, denominado Las Argayadas, fue dedicado en su día a los pintores de la región y también se ubica en una loma, contando con un mirador que proporciona la mejor vista del cagigal de Corona. Otro tramo de subida, y se alcanza una bifurcación en la que hay que ir a la iz., llegando al pie de una curiosa construcción de gran altura.
Torre de vigilancia de Incendios (280 m.) (km. 7,8): situada en una de las mayores elevaciones del Monte, permite controlar buena parte de su extensión. Sin necesidad de llegar, hay que seguir hacia la iz. un ramal asfaltado que baja entre rodales de roble americano, hasta un collado y un amplio aparcamiento, ascendiendo después entre repoblaciones diversas de alerces, cipreses, pinos o castaños hasta alcanzar un nuevo cruce. Dejando el ramal de la dr., subimos por el que tenemos enfrente y enseguida nos lleva hasta un cotero ocupado por una nueva ermita.
Ermita de San Esteban (251 m.) (km. 9,2) (2h. 50′): desde este alto se contempla buena parte de la costa occidental de Cantabria, aunque hacia el sur la altura de los árboles tapa parcialmente la visión. Un antiguo mirador nos indica las panorámicas más destacadas. Retornando al cruce anterior, ahora seguimos a la izquierda por una pista descendiendo primero entre castaños y luego entre pinos y eucaliptos. Pronto se deja un desvío a la derecha que se dirige a Ruiseñada, continuando el descenso por la izquierda, ignorando algún desvío secundario, se llega a un collado (156 m.) entre el eucaliptal, en el que se sigue a la derecha. Tras un buen rato de bajada, se llega a terreno más llano, saliendo a conectar con una estrecha carretera junto a un puente sobre la marisma.
Ría de Ia Rabia (5 m.) (km. 13,9) (3h. 50′): en poca distancia hemos pasado del ambiente forestal a este humedal costero, y siguiendo a la izquierda, en recorrido prácticamente llano, se retorna al punto de partida.
Rioturbio (10 m.) (km. 15,4) (4 h. 15′).
Hasta las mismas orillas de la Ría de la Rabia llega esta sorprendente masa forestal, compuesta sobre todo por una amplia variedad de especies de repoblación, pero que también esconde joyas como el robledal costero más destacado y el hayedo situado a menor altitud de Cantabria.
Punto de partida y llegada: Rioturbio (10 m.), bello pueblo situado al pie del Monte Corona, en el que se conservan buenas muestras de arquitectura popular.
Distancia y horario aproximado: 8,3 kilómetros; poco más de dos horas.
Desnivel: unos 160 metros de subida y bajada.
Dificultad: ninguna, salvo el desnivel a superar.
Cartografía: I.G.N., M.T.N. , escala 1:25.000, hoja 33-IV (Comillas).
Ciclabilidad: el recorrido se puede hacer sin ningún problema en bicicleta de montaña, prestando atención a los coches en el tramo asfaltado de acceso a Rioturbio.
Rioturbio (10 m.): hay que atravesar entre las casas, por la parte baja del pueblo, llegando hasta el fin del asfalto, que se ve sustituido por una pista de grijo que discurre en ligero ascenso entre praos y manchas de bosque. La pista sigue el curso del Río Turbio, y poco a poco el bosque va dominando el paisaje, hasta que alcanzamos un cruce de pistas, próxirno a un puente sobre el río.
Puente Bichurichas (40 m.) (km. 2,2) (30′): este paraje se encuentra en la parte baja del robledal que representa la parte más valiosa del Monte Corona. Entre esta magnífica y sorprendente masa forestal, además de robles también aparecen rodales de hayas, acebos, avellanos, abedules, castaños, etc. Sin llegar al puente, se deja la orilla del río, subiendo a la izquierda de forma más directa, por la pista rodeada de eucaliptos. Tras pasar por un primer collado, se llega a otro más amplio, en el que confluyen varios caminos.
Collado (156 m.) (km. 3,6): dejando a la derecha la pista que sube a la Ermita de San Esteban, bajamos por la izquierda, al principio entre eucaliptos, y luego saliendo a terreno abierto. Ignorando algún desvío secundario, se llega a terreno más llano y pronto se sale a conectar con una estrecha carretera junto al llamado Puente Republicano y la extensa marisma.
Ría de la Rabia (5 m.) (km. 6,8) (1h. 45′): siguiendo por la izquierda entre la espesa vegetación del humedal, entre la que predomina la invasora Baccaris Halimifolia se retorna al punto de partida.
Rioturbio (10 m.) (km. 8,3)(2h. 10′).
Este circuito permite acceder a la Ermita de San Esteban, la más conocida del Monte Corona, y recorrer el sector menos conocido de la extensa masa forestal, el del Valle del Río Mato.
Punto de partida y llegada: iglesia de Ruiseñada (40 m.), situada por debajo del núcleo principal de Ruiseñada.
Distancia y horario aproximado: unos 10 kilómetros; alrededor de 2 horas y 45 minutos.
Desnivel: unos 300 metros acumulados de subidas y bajadas.
Dificultad: baja, discurriendo siempre por pistas o caminos anchos, y únicamente puede haber algo de barro en el tramo de subida desde el Río del Mato a La Molina.
Cartografía: I.G.N., M.T.N., escala 1:25.000, hojas 33-IV (Comillas) y 57-II (Cabezón de la Sal).
Ciclabilidad: la ruta es practicable en todo su recorrido en bicicleta de montaña.
Ruiseñada (40 m.): Desde la iglesia de San Adrián, hay que subir hacia el este por la carretera, y tras dejar un desvío a la izquierda, en otra cercana bifurcación, se sube entre praos a la derecha. Ignorando sendos desvíos a la izquierda, el ascenso nos lleva hasta un bonito barrio situado en una panorámica loma.
La Citrera (90 m.) (km. 0,7): tras pasar el edificio abandonado de las viejas escuelas, hay que salir del pueblo por el segundo desvío a la derecha, ascendiendo por una pista hormigonada entre hileras de robles y castaños. Cuando la pendiente se suaviza, desaparece el hormigón, y entre praos se llega a un cruce de pistas junto a un eucaliptal, en el que se gira a la izquierda en suave ascensión. Más adelante, tras ignorar varios desvíos secundarios a derecha e izquierda se conecta con otra pista más importante, y la seguimos a la izquierda entre árboles. Tras un tramo casi llano, conecta con un ramal asfaltado, por el que subimos a la derecha llegando enseguida a un cotero en el que se ubica una ermita.
Ermita de San Esteban (251 m.) (km. 3,2) (50′): desde este alto se domina el litoral comillano y buena parte del Monte Corona. Un viejo mirador indica las panorámicas más destacadas, aunque la altura de los árboles puede impedir la visión. En el entorno de la Ermita, además de varias áreas recreativas acondicionadas, hay una buena representación de la variedad forestal del Monte Corona, con robles, hayas, castaños, pinos, abetos, alerces, cipreses, etc. Descendemos por el mismo camino al cruce anterior, yendo ahora de frente por el ramal asfaltado, que pronto comienza a ascender hasta llegar al punto más alto del recorrido, al pie de una cabaña y una torreta.
Torre de vigilancia de incendios (280 m.)(km. 4,6): ambas instalaciones de gestión forestal, pertenecen al Servicio de Montes de Cantabria, y sin necesidad de pasar junto a ellas, seguimos de frente bajando por la misma estrecha carretera que conduce al pueblo de La Hayuela, otra puerta de entrada habitual al Monte Corona. A unos cientos de metros dejamos el asfalto, entrando a la izquierda por una pista que desciende al principio por terreno abierto, y después se adentra en el bosque de robles, castaños, avellanos, acebos, etc. El valle por el que bajamos, situado al pie del pueblo de Canales, también forma parte del Monte Corona, y en él coexisten las manchas de arbolado autóctono con las repoblaciones de pino y eucalipto. Tras un buen rato de descenso, se llega al fondo del valle en un frondoso paraje, cruzando un puente sobre el modesto riachuelo.
Río del Mato (60 m.) (km. 7,5): este curso fluvial tiene la particularidad de que discurre por un valle sin salida, una depresión de grandes dimensiones, característica del relieve calizo, y el agua se sume en un encovadero para retornar a la supeficie a través de una surgencia situada cerca de Ruiseñada. Poco más adelante cruzamos un segundo puente, y el camino se empina de forma considerable, saliendo fuera del bosque a una zona de praos. Ya con pendiente mas suave, sale a conectar con una vía asfaltada, y por la izquierda, enseguida se llega a la entrada de un pequeño barrio.
La Molina (110 m.) (km. 8,4) (2h. 15′): sin entrar en el apiñado núcleo, que mantiene buenos ejemplos de arquitectura tradicional seguimos a la derecha junto a un modesto humilladero, descendiendo para rodear una vaguada y subir enseguida a otro barrio de Ruiseñada, situado en una loma.
La Citrera (90 m) (km. 9,2): seguir de frente entre las casas, y nada más pasar el edificio de las escuelas viejas, salir del caserío por el mismo callejo asfaltado que utilizamos al inicio de la ruta, que desciende entre praos, e ignora algún desvío que entra a la derecha. Más abajo, en una bifurcación, hay que seguir por la izquierda, cerrando el circuito junto a la iglesia donde comenzamos el recorrido.
Ruiseñada (40 m.) (km. 9,9) (2 h. 40′).
Este paseo permite acceder desde la Comillas costera a la interior, representada por los diversos barrios que integran la localidad de Ruiseñada.
Punto de partida: Comillas (20 m.), partiendo desde el Ayuntamiento nuevo, situado en el centro de la localidad.
Punto de llegada: Ruiseñada (40 m.), dada la dispersión del poblamiento, consideramos como punto de referencia la monumental iglesia de San Adrián.
Distancia y horario aproximado: 3,5 kilómetros; 50 minutos.
Desnivel: 100 metros de subidas y 80 de bajadas.
Dificultad: ninguna, aunque puede haber algo de barro en la subida a El Pisgu.
Cartografía: I.G.N., M.T.N. , escala 1:25.000, hoja 33-IV (Comillas).
Ciclabilidad: la ruta puede hacerse en bicicleta de montaña, aunque en la subida previa a las casas de El Pisgu, puede haber algo de barro que dificulte el tránsito.
Ayuntamiento (20 m.): hay que salir de la localidad en dirección a Cabezón de la Sal pasando junto al Capricho de Gaudí y después entre uibanizaciones de reciente construcción hasta las afueras de Villa, ya en un nuevo barrio.
El Riguero (40 m.) (km. 0,8): aquí se entra a la derecha por el desvío a Ruiseñada, y tras una cerrada curva a la derecha, se deja el asfalto entrando a la izquierda por una estrecha pista que primero baja con fuerte pendiente, para enseguida ascender por un bonito tramo donde la espesa vegetación dominada por robles y encinas, forma un arco natural que da sombra al camino. Después la pendiente se suaviza, pasando junto a la entrada a una casa, e ignorando a continuación una bajada asfaltada a la derecha. Enseguida se conecta con un ramal asfaltado en un nuevo barrio.
El Pisgu (60 m.) (km. 1,9) (30′): formado por varias viviendas dispersas, junto a la primera que nos encontramos hay una curiosa ermita advocada al Sagrado Corazón y construida en 1903. Bajando por la estrecha carretera, pronto se pasa junto a la Fuente del Pisgu, llegando luego hasta el fondo del valle, donde se cruza el modesto Arroyo Rioensenada, que en este trarno traza un bello curso de cerrados meandros jalonados de alisos. En una inmediata bifurcación, se sigue a la izquierda, saliendo a la carretera de acceso a Ruiseñada, por la que continuamos en suave ascenso, entre viviendas aisladas. Al poco se deja el desvío el barrio principal de Ruiseñada, pero vamos a continuar de frente unos metros para alcanzar el punto más reconocible de la localidad por sus considerables dimensiones y por estar separada de los núcleos de viviendas.
Iglesia de Ruiseñada (40 m.) (km. 3,5) (20′): de advocación a San Adrián, conserva vestigios góticos, y todo el conjunto puede fecharse entre los siglos XIV y XV. Junto a la misma hay bar y bolera.
Sencilla travesía que permite acceder, atravesando las marismas de La Rabia, hasta el escondido pueblo de Rioturbio, puerta de entrada al Monte Corona.
Punto de partida: Comillas (20 m.), saliendo desde la Plaza de Joaquín del Piélago, junto al Ayuntamiento.
Punto de llegada: Rioturbio (10 m.), bonito y singular pueblo, ubicado entre la Ría de la Rabia y el Monte Corona.
Distancia y horario aprox.: 4,5 kilómetros; una hora y 10 minutos.
Desnivel: unos 40 metros de subida y 50 de bajada.
Dificultad: ninguna, aunque hay que prestar atención a los coches en el tramo de la carretera de Rioturbio, que por otra parte tiene poco tráfico.
Cartografía: I.G.N., M.T.N. , escala 1:25.000, hoja 33-IV (Comillas).
Ciclabilidad: la ruta se puede hacer en bicicleta de montaña, teniendo cuidado con los coches, en el tramo de la carretera de Rioturbio.
Ayuntamiento (20 m.): hay que salir a buscar el carril-bici que va de Comillas a la Ría de la Rabia, por lo que se sale de la Villa por el Paseo Solatorre, bajo los imponentes edificios del Palacio de Sobrellano y la Universidad Pontificia. Pasada la rotonda del Dr. Santiago García Castellón, se toma el carril-bici, entrando pronto en un nuevo barrio donde proliferan las nuevas urbanizaciones.
Rubárcena (40 m.)(km. 1): prácticamente a la salida del núcleo, a la altura de un asubiadero o parada de autobús, se sube a la izquierda por una calle que se separa de las casas y se transforma en una pista que alcanza su punlo alto, ampliando sus vistas hacia el oeste, dirección en la que sigue tras ignorar un desvío que entra a la izquierda. Tras un poco de bajada, la pista sale a conectar con la carretera de acceso a Rioturbio, por la que se desciende a la izquierda, pasando junto a un bonito humilladero. Tras unas revueltas, se alcanza la orilla de la marisma que se cruza por el llamado Puente Republicano.
Ría de la Rabia (5 m.)(km. 3)(45′): la estrecha carretera discurre entre la espesa vegetación de la marisma, aunque la especie predominante desde hace un tiempo es la Baccharis halimifolia, arbusto procedente de Sudamérica, que ha colonizado la mayor parte de la marisma, desplazando a las plantas autóctonas y alterando el normal funcionamiento del ecosistema. El recorrido entre el humedal es prácticamente llano, y tras cruzar un último puente, se entra en el pueblo donde termina este breve recorrido.
Rioturbio (10m.)(km. 4,5)(1h. 10′): ubicado en el interior del Parque Natural de Oyambre, este pequeño núcleo conserva buenos ejemplos de arquitectura tradicional y es una buena puerta de entrada a Ia sorprendente masa forestal del Monte Corona.
Fácil y agradable para todos los públicos, que con seguridad permite acceder de Comillas a la Ría de la Rabia, destacado humedal que se integra en el Parque Natural de Oyambre.
Punto de partida: Comillas (20 m.), concretamente se sale desde la Plaza de Joaquín del Piélago, junto al Ayuntamiento.
Punto llegada: Ría de la Rabia (5 m.), en el punto donde cruza el puente que va hacia Oyambre, ya en las cercanías de la desembocadura.
Distancia y horario aproximado: 2,5 kilómetros; 45 minutos.
Desnivel: muy reducido, en ligera subida hasta Rubárcena y después en suave descenso hasta la Ría de la Rabia.
Dificultad: ninguna. Si se recorre en bicicleta, hay que reducir la velocidad al adelantar o cruzarse con peatones.
Cartografía: I.G.N., M.T.N. , escala 1:25.000, hoja 33-IV (Comillas).
Ciclabilidad: paseo idóneo para todos los públicos y que evita transitar por la carretera,que apenas tiene arcén.
Ayuntamiento (20 m.): se sale de Comillas por la acera, en dirección a Oyambre y San Vicente de la Barquera, siguiendo el Paseo Solatorre, por debajo del Palacio de Sobrellano. Pronto se llega a la rotonda del Dr. Santiago García Castellón, donde comienza el carril pintado de color rojo (km. 0,59). Se continúa en ligero ascenso bajo los imponentes edificios de la Universidad Pontificia, y junto a urbanizaciones de reciente construcción pertenecientes ya a una nueva localidad.
Rubárcena (40m.) (km. 1): este es el punto más alto del carril-bici, que sigue prácticamente recto y siempre paralelo a la carretera, y a partir de aquí la bajada es suave y progresiva, entre un paisaje dominado por los prados. Más adelante se llega a otro pequeño barrio.
La Rabia (15 m.) (km. 2,2): sus pocas casas se sitúan en las proximidades de un cruce de carreteras, dejando a la derecha la que sirve de acceso a Trasvía y retorna a Comillas por la costa, y a la izquierda la que entra a Rioturbio y el Monte Corona. Tras un corto tramo, se llega al final del carril-bici, ya junto al puente que cruza una ría en cuyos ribazos es habitual ver diversas aves acuáticas.
Ría de la Rabia(5 m.)(km. 2,5)(45′): es uno de los mejores humedales del Parque Natural de Oyambre, y la puerta de entrada al mismo llegando desde Comillas, aunque estrictamente el limite del Parque se supera al pasar Rubárcena. Aguas abajo, y aunque no llega a verse porque se interpone el cordón dunar de Oyambre, se intuye como el estuario va en busca del mar tras atravesar fugazmente la Playa de Oyambre.
Mediante este paseo alrededor de Comillas, se recorren los elementos más singulares del litoral de la Villa, pudiendo visitar sus monumentos más destacados.
Punto de partida y llegada: Comillas (20 m.), partiendo desde el Ayuntamiento nuevo, situado en el centro de la localidad, hay que salir en dirección a la playa, siguiendo el paseo Antonio Garelli.
Distancia y horario aproximado: 5 km.; sin contar las paradas, se puede tardar alrededor de una hora y media.
Desnivel: poco más de 100 metros acumulados de subidas y bajadas.
Dificultad: ninguna, aunque en invierno o con tiempo lluvioso, puede haber barro en algún punto del recorrido.
Cartografía: I.G.N., M.T.N. , escala 1:25.000, hoja 33-IV (Comillas).
Ciclabilidad: la ruta se puede hacer en bicicleta de montaña, aunque habría que pasar caminando el tramo entre el Puerto y la Punta de la Moira.
Ayuntamiento (20 m.): hay que salir en dirección a la playa, siguiendo la acera del Paseo Antonio Garelli. Sin abandonar el núcleo urbano, se llega a orillas del arenal comillano, bullicioso en los meses estivales.
Playa de Comillas (5m.) (km. 0,7): continuando junto a la orilla del mar, pasando junto a varios edificios de dedicación pesquera, se llega al principal símbolo marinero de Comillas.
Puerto (3 m.) (km. 1,1): las escasas embarcaciones que aún mantienen el tradicional carácter pesquero de la localidad, se refugian del oleaje en esta pequeña ensenada artificial. Continuamos el recorrido subiendo unas escaleras talladas en la piedra arenisca y que nos depositan en la parte superior del espigón, dando vista al mar abierto. Seguimos a la izquierda, atravesando una explanada para subir por una senda peatonal con varios escalones tallados, que enseguida se transforma en un camino más ancho. En una inmediata bifurcación vamos de momento hacia la derecha hasta el final del camino, en un pequeño cabo, donde el verde de la hierba se adentra en el azul del mar.
Punta la Moira(20m.)(km. 1,6)(30′): las vistas son muy buenas, divisándose hacia el oeste el Cabo de Oyambre y los Picos de Europa, y destacando hacia el este la característica Punta del Miradorio, donde se reconoce una espectacular falla, mientras que a lo lejos aparece imponente la costa predominantemente acantilada. Retornamos por el mismo camino, hasta el cruce anterior, siguiendo ahora de frente y saliendo a la carretera, frente a unas curiosas ruinas sobre las que sobresale la estatua de un ángel.
Cementerio (25 m.) (km 1,9): aprovechando el solar dejado por las ruinas de la antigua iglesia parroquial, de estilo gótico, se ubicó el cementerio, inconfundible por la figura del Ángel Guardián obra del escultor José Llimona. Dejando una rotonda a la izquierda, seguimos por la acera, que enseguida abandonamos para continuar por la estrecha carretera que va a Trasvía por la costa. Ignorando sendos desvíos a derecha e izquierda, dejamos el asfalto entrando por un camino que discurre primero entre praos y luego bordea la tapia que delimita el amplio recinto que ocupa la Universidad Pontificia. Nada más pasar bajo un arco se llega a un cruce de caminos junto a un edificio abandonado.
Almacén de algas (70 m.) (km. 3): las dimensiones de esta edificación dan idea de la importancia que tuvo en su día esta explotación para usos medicinales o alimentarios de la caloca, ocla o alga roja (Gelidium sesquipedale), aprovechamiento hoy en día prácticamente abandonado. Hay que seguir a la derecha, ignorando al poco un inmediato desvío, que termina en un prao,y en el siguiente cruce se baja hacia la izquierda entre encinas y laureles, hasta salir al asfalto junto a una urbanización. En lugar de bajar entre las casas, giramos a la izquierda en busca de otro camino que pronto pasa junto a varios campos deportivos en estado de abandono y al poco llega al pie de un enorme edificio de estilo neogótico.
Universidad Pontificia (80 m.) (km. 4): otro de los símbolos de Comillas, su imponente figura se ubica en un altozano que domina toda la localidad. Aunque su actividad original fue la de Seminario Pontificio, en los últimos años no ha estado dedicado más que a un uso turístico y está prevista su transformación en un ambicioso centro internacional de estudio del español. Descendiendo hacia la derecha se sale por la portalada que del Seminario conduce a la calle Manuel Noriega, descendiendo a la derecha hasta la rotonda del Doctor Santiago García Castellón, retornando al centro de Comillas por el Paseo Solatorre, dominado por otro espectacular edificio.
Palacio de Sobrellano (35 m.): de estilo neogótico, fue la vivienda de Antonio López, el primer Marqués de Comillas. Junto al mismo se ubica la estilizada Capilla-Panteón, y muy próximo está el singular edificio conocido como Capricho de Gaudí, por ser obra del ilustre arquitecto catalán, otro emblema inseparable de Comillas que en los últimos años se ha rehabilitado como restaurante. Retornando al paseo, al poco se gira a la derecha por la Calle Gaudí regresando al punto de partida.
Ayuntamiento de Comillas (20 m.) (km. 5) (1 h. 30′).
El pueblo de la Rabia se halla junto a la desembocadura de la ría del mismo nombre. Reciben este nombre los tramos de cursos de agua que llevan especial fuerza en su corriente, por salto, estrechamiento o cualquier circunstancia.
La Ría de la Rabía y su excepcional playa forman uno de los rincones más bellos y mejor conservados del litoral cántabro. Protegida del mar por un potente arenal, desarrolla una vegetación diversa, típica de las marismas, conservando bosquetes frondosos de alisos, avellanos y sauces. Diecisiete especies de aves utilizan estas fértiles aguas para alimentarse y descansar en invierno. El ánade real, la cerceta común y el cormorán grande son representativos de este ecosistema.
Localidad situada al oeste de Comillas, destaca por su mirador, la mejor atalaya de la ría de La Rabia y el arenal de Oyambre. Posee una interesante Ermita de S. Andrés.
ERMITA DE SAN ANDRÉS
Es un templo de una única nave rectangular. En su fachada principal se abre la puerta de entrada rematada en arco de medio punto. Lateralmente la fachada esta delimitada mediante muros cortavientos de sillería La torre de campanas de la ermita es de planta cuadrada, de tres cuerpos, coronada por un chapitel piramidal macizo de sillería.
Ante la fachada se extiende una plazuela enlosada, limitada por baranda de ladrillo macizo de factura similar, en los vanos de la misma, a las características de la obra del Seminario Pontificio.
Forma parte del conjunto edificado anexo a la ermita, el edificio de la escuela (1894); obra realizada a expensas del Marques de Comillas.
GERRAMOLINO
Fue adquirida por D. Santiago Güell López, hijo de D. Eusebio Güell y nieto del I marques de Comillas. De estilo romántico colonial ingles, construida en la segunda mitad del siglo SXIX.
CASA OLANO
Es obra de José A. Coderch de Sentmenat y M. Valls Gadea (1957) que adapta el estilo internacional a los condicionantes regionales. Es un ejemplo modélico de arquitectura moderna, actual que sin renunciara a su capacidad creativa sabe entender el lugar y ofrecer una solución nueva e integrada.
Su nombre procede del hidrónimo compuesto río de la Barcena, en alusión al terreno llano cultivable e inundable que se forman en el recodo del río.
Nos detendremos a contemplar una plantación de arbolado, Arboretu del Hoyucu , con las siguientes especies: Quercus robur, Q. petraea.Q. Pyrenaica; Q.ilex, Q. suber, llex aquifolium, Fagus Sylvatica, Castanea sativa, Fraxinius excelsior, Acer negundo, A. campestre, A. pseudoplatanus, Tilia platyphyllos, Batula alba, Alnus glutinosa, Taxus baccata, Pinus sylvestris, Populus tremula, Sorbus aria y S. aucuparia.
Ubicado en el interior del Parque Natural de Oyambre, este pequeño núcleo que, recibe el nombre del arroyo junto al que se sitúa. Este arroyo baja desde Monte Corona y va a desaguar a la cabecera de La Ría de la Rabia, conserva buenos ejemplos de arquitectura tradicional y es una puerta de entrada a la masa forestal de monte Corona.
Hay que visitar la Ermita de San Miguel. Presenta planta rectangular. La fachada principal se organiza entre dos muros cortavientos de sillería y tiene en su centro la puerta rematada en arco de medio punto, flanqueada por sendas ventanas, también rematadas por arcos de medio punto. Por encima del conjunto presenta un oculo circular y marcados contrafuertes exteriores. En su austera fachada principal, muy austera, destaca la portada de arco de medio punto flanqueado por vanos iguales.
A los pies del Monte Corona se encuentra este caserío que agrupa en barrios en los que se alinean las casas formando conjuntos de arquitectura rural de gran atractivo y singularidad. Especial interés tienen:
IGLESIA SAN ADRIAN
La Iglesia de San Adrián, situada en el Barrio de Sopeña, fue construida a finales del siglo XV. Consta de una sola nave con torre a los pies. A la misma se accede a través de un pórtico. De la Iglesia destaca la puerta occidental, quizás perteneciente al templo anterior, por su estructura clásica en arco apuntado con arquivolta apoyada en columnas acodilladas, de sillares bien escuadrados frente a la mampostería general de la fábrica. El ábside es recto, con ventana frontal de tracería calada y canecillos en el alero con los motivos predominantes en otras iglesias de la zona.
Bajo el pórtico se unían en Concejo, presididos por el Sr del Valle o por el alcalde, todos los vecinos al toque de campana y los domingos al salir de misa.
CASONA DE LOS BRACHO
Este conjunto de edificios de origen medieval y ampliaciones en distintos momentos de la Edad Moderna, es la denominada como la “Casa de los Arcos”.El conjunto residencial formado por Torre medieval y dos casonas (de dos pisos y plano en escuadra) se completaba con una iglesia o ermita propia dedicada a S. Juan, cuyo edifico se conserva totalmente remodelado y convertido en vivienda.
ERMITA SANTA ANA
Ubicada en Pirgo. Se trata de un templo de una sola nave de fábrica neogótica, fundada o rehecha en tiempos de los marqueses de Comillas y quizás por el mismo equipo arquitectónico y técnico que intervino en la Universidad Pontificia. La nave es rectangular .La fachada principal tiene una única puerta ojival con jambas de ladrillo macizo .Por encima el tímpano ciego , de trazado ojival , acoge una placa de caliza con el anagrama I (Jesús)H (ominis) S(alvatoris).La fachada se remata con una cruz latina en caliza sobre pedestal de triple escalón con los extremos del travesaño engrosados..LA cubierta es de madera a dos aguas. El altar tiene una imagen del Sagrado Corazón. Esta advocada al Sagrado Corazón.
ERMITA DE SANTA APOLONIA
Presenta planta rectangular ,casi cuadrada, situada en la plaza del Barrio de la Molina .La fachada limitada por muros cortavientos se encuentra retranqueada y construida en mampostería, excepto los vanos , con marcos de sillería como los cortavientos. Remata la fachada el faldón correspondiente del tejado que forma un amplio alero. Por encima del tejado sobresale espadaña de sillería con campana rematado en arco de medio punto.
ERMITA DEL CARMEN
Situada en Araos, se trata de una ermita concejil situada dentro de una propiedad privada. .Es de una sola nave con puerta central de apariencia ojival, con tímpano ciego remarcado mediante una banda de color crema. Esta flanqueada por dos ventanas enrejadas de vano rectangular. Y todas ellas tienen su marco realzado exteriormente mediante bandas de pintura de color crema que recorren el vano.
CUEVA DE LA MEAZA
Fue descubierta el 11 de marzo de 1907 por Hermilio Alcalde del Río, Director de la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega, durante una de sus exploraciones por esta zona. Está situada en el barrio de la Molina de Ruiseñada.
La entrada que está orientada al SO tiene 10 metros de ancho por 4 de alto. El interior de la cueva es una gran sala, con el suelo cubierto de piedras y bloques. Al fondo de esta sala es donde se localiza la única pintura que se conoce en la cueva de la Meaza. Se trata de un signo rojo construido a partir de varias líneas de puntos que describen una forma ondulante.
Es difícil precisar la cronología de esta representación dado que no aparece asociada a otras figuras de cronología conocida. Tampoco es posible aplicar técnicas de datación directa del pigmento, dado que no se ha utilizado materia orgánica. Sin embargo la construcción a base de puntos se puede paralelizar con los signos de las cuevas de Chufín y el Arco A, fechados en el Solutrense.
Ha sido declarada Bien de Interés Cultural en 1997. No se puede visitar.
ERMITA DE SAN ESTEBAN
Situada en lo alto de una de las cimas del Monte Corona, antaño servia como guía a los marinos para entrar en el puerto de Comillas. La ermita presentaba, entonces, todos sus muros encalados .Fue restaurada, las paredes se picaron y acabaron a cara vista y solo se mantuvo el blanco en el muro norte.