Edificio con dos calabozos y patio interior fue construido y donado por los comillanos en 1879.
La ruta jacobea partía de la Antigua capital de las Asturias Orientales, Santillana del Mar, por Oreña continuaba el camino hacia Novales, pasando por Cigüenza.
El siguiente pueblo es Cóbreces. Entre Cóbreces y Comillas, la Venta del Tramalón, en cuya ermita se conserva una imagen de Santiago.
En Ruiloba, después de transitar por Concha se penetra en Comillas por el Portillo, no sin antes dejar a la derecha una atalaya desde la que se avistaban las ballenas y hacían señales de humo para que los arponeros salieran a por ellas.
Comillas fue la capital ballenera del Cantábrico durante el S.XVII, gracias a las rentas que de ello le produjo se emancipo de la jurisdicción señorial y pudo sostener, para atención de transeúntes santiagueros, el Hospital, que ya había construido una beata en la villa, con licencias e indulgencias papales, en el S.XVI.
En el S.XIX se recogió una curiosa leyenda, hasta entones trasmitida por tradición oral, referida al camino de Santiago en la que se cita a Comillas. «Cuentan que viniendo un caballero en seguimiento del glorioso cuerpo del santo Apóstol, cuando su discípulos le traían de Jerusalén a Galicia, no hallando pasaje en un brazo de mar que está hacia el valle de Comillas, se entró a caballo en el agua y paso a Galicia”. «Cuando salió del agua se vio todo el cuerpo, como su caballo, sembrado de conchas, por lo cual, desde entonces, se dieron por escudo de armas al Apóstol, y las usaron los peregrinos”.
Esta mítica leyenda, a pesar de sus fantasías, nos indica la fuerte tradición de la ruta de la costa por Cantabria.
Actual Jefatura de la Policía Local de Comillas. El espacio habilitado para el público es accesible.